Ayer, hubo barricadas en las inmediaciones de nuestro Liceo, hechas por alumnos universitarios. Al actuar carabineros, una treintena de estos jóvenes ingresó al establecimiento -cosa que había sido anunciada cuando pasó la marcha con destino a la Plaza Sotomayor- lo que obligó a la fuerza policial a usar gases lacrimógenos -una bomba de este tipo explosaría en un tercero medio a la mañana siguiente- lo que permitió la salida de estos "invasores". Hoy, por la mañana, se ha difundido el rumor que da cuenta de una probable Re-Toma por parte de alumnos del Liceo ¿o de universitarios?
La Toma que comprendió 16 días dejó un saldo muy negativo: nunca el Liceo había sufrido tanta destrucción y robos como los perpetrados en ese periodo. Los robos hoy afectan a los propios alumnos de este centenario establecimiento de educación. En efecto, la casi treintena de equipos computacionales sustraídos, el material didáctico de reciente adquisición, la serie de impresoras prácticamente nuevas son algunas de las especies robadas que iban en directo beneficio de los niños y jóvenes de nuestra unidad educativa. Por ello, una nueva Toma sería nefasta para el futuro de nuestro Liceo y, más aún, en el mes de nuestro 126 aniversario.
Para quienes hemos estudiado en estas aulas, desde pequeños, ha sido un dolor difícil de superar; porque en esta época del año solíamos repintar nuestras salas y decorar todos los rincones del Liceo. Recuerdo que ha quedado grabado en el corazón de todos quienes fuimos parte de esta familia liceana.
Durante los 16 días de Toma, a lo máximo, unos tres apoderados se acercaron al Liceo, porque les preocupaba lo que estaba ocurriendo. El resto, permaneció en el más absoluto silencio.
Es hora de reaccionar. Es la hora de ejercer el rol formativo que como padres nos corresponde. Es el momento de querer a nuestro Liceo. De lo contrario, todo lo que hemos avanzado en lo académico se verá seriamente dañado y ello afectará principalmente a los hijos e hijas que estudian para ser profesionales útiles a su familia y al país.
Llamo, entonces, a nuestros queridos padres y apoderados a dialogar con sus hijos e hijas y hacerles ver que esta familia liceana quiere ser mejor, que desea entregar un servicio de calidad en un mediano plazo, con el esfuerzo de todos.
Desde el 20 de julio, muchos son los profesores, asistentes de la educación y auxiliares que, junto a la Dirección, han puesto todos sus esfuerzos para volver a retomar las actividades escolares en la mejor forma posible. Cuando retornaron nuestros estudiantes, los destrozos estaban reparados, los vidrios repuestos y repintados los espacios que habían sido rayados. Especialmente cabe hacer mención de los pañoleros del TP, quienes me han hecho recordar ese compromiso que en el pasado, como ex alumno, también sentí. Ellos estuvieron a total disposición de esta Dirección y trabajaron con entusiasmo para que sus hijos no vieran la afrenta que su unidad educativa había sufrido.
Aunemos nuestros esfuerzos para alcanzar las metas que nos hemos propuesto en nuestro Proyecto Educativo Institucional, en la convicción que ellas favorecen primeramente a nuestros alumnos e hijos. Hay un desafío: ser cada vez mejores.
Lo de la toma es lamentable, pero mucho más preocupante son los destrozos provocado por los alumnos....Bueno, que se puede esperar si los últimos años han permitido el ingreso de todo lo que bota la ola. Mientras no hagan una selección seria de alumnos, van a seguir experimentando cosas peores.
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